2020 se terminó, un ciclo cerró y uno nuevo comenzó. Como ya todos sabemos, paso casi de todo, además de los problemas habituales con los que normalmente lidiamos, se agregó a la lista una pandemia, ¡quién lo diría! Muchos de nosotros no la pasamos tan bien, algunos la pasaron peor, para muchos otros quizá fue uno de los mejores años de su vida, para mí, en lo personal fue uno de los mejores, a pesar de todo lo que sucedió, el aprendizaje que tuve ha sido uno de los más grandes hasta ahora.

Libertad y aceptación
El encierro que vivimos y seguimos viviendo ha ido más allá de lo físico, el no sentirnos libres y no aceptar la situación nos ha hecho sentir limitados, el no poder decidir a donde queremos ir, o lo que queremos hacer me hace pensar que la libertad no es más que una ilusión. Pues constantemente estamos condicionados a hacer algo o no hacerlo, vivimos en constante cambio, donde la aceptación juega un papel importante en nuestras vidas, pues si somos capaces de aceptar que las cosas pasarán y aprenderemos de ello, seguramente así será.
Agradecimiento
El bosque siempre ha sido de mis lugares favoritos, donde puedo ir a encontrarme, a conectar conmigo mismo y con la madre naturaleza. Donde puedo ir a reflexionar, meditar, tener un momento para mí, pues es en esos momentos donde siempre hago un viaje de introspección en mi interior y logro conocerme mejor, donde siento todo a mi alrededor y una de las cosas en las que más pienso es en agradecer, gracias 2020, me has traído amor, comprensión, conciencia, serenidad, paciencia, un enorme aprendizaje y grandes cambios, nos has enseñado mucho como seres humanos, nos has abierto el panorama para ser más consientes y responsables, con nosotros mismos y en colectivo.
Gracias por haber leído este post, ¿a ti cómo te trató el 2020?, déjame un comentario para saberlo, si te gustó este post te invito a dejar un like y seguirme en mi Instagram si quieres ver más fotografías de naturaleza como ésta.